Una historia como otra cualquiera

Acurrucados en el sofá, intentan ver una película mientras luchan para que no se les cierren los ojos. En la pantalla, la pareja protagonista parece tener una vida mucho más interesante que aquella otra que intercambia bostezos. ¿Hago zapping?, pregunta ella. No, dice él, quiero ver el final. Ambos saben que es mentira. La historia no tiene argumento, pero el físico de la protagonista hace menos importante esa carencia. La mujer del sofá no puede evitar una sonrisa. Abrazada a su marido, se queda dormida mientras fantasea con el actor principal. ¿Vamos al dormitorio? Vaya, su marido ha tenido que despertarla justo ahora. Sí, le responde, hay que levantarse temprano. Vencidos por el cansancio, los dos caminan despacio hacia la habitación. Los cuatro se meten en la cama.

20 comentarios en «Una historia como otra cualquiera»

  1. Esta sí eres tú…me ha encantao..la última frase te deja así: : – O!!!
    Genial.

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  2. Muchas gracias!

    Su: donde caben cuatro, caben cinco, seis… :o)

    Yaiza: ya me irás diciendo si me desvío del camino… :o) Cuento con tu crítica.

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  3. Muy buen microrelato, y no das pistas sobre la edad de la pareja…. pero yo por fastidiar…. si hubiera sido una pareja joven todavia estarían bajo los efectos "de las hormonas del enamoramiento" que duran unos 3 añitos, pareja de mediana edad estarian los niños por ahi fastidiando, y pareja de edad avanzada.. pues como si se van 8 a la cama… pero hay cosas que no funcionan bien a ciertas edades, eso sí, imaginación toda la que quieran!!!

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  4. Tienes razón, no doy pistas de la edad, y también puede ser que no tengan hijos… Pero eso tiene sus ventajas: así cada uno termina de dibujarla a su modo. Gracias por ampliar la visión de esta pareja de una manera tan curiosa y tan propia de ti :o)

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  5. ¿Dónde irían a para las parejas "bien consolidadas" sin imaginación?
    Muy buen micro

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  6. Puede ser triste (perdieron la pasión por el camino) o esperanzador (siguen juntos, acurrucados en el sofá y en la cama, aunque sea para dormir y soñar) y vuelta a la tristeza (¿sólo eso queda al final?). Saludillos.

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  7. Tal vez, José Manuel, o a lo mejor les basta con lo que tienen, quién sabe…

    Puck, igual no sólo duermen :o) En cualquier caso, tienes razón, depende de cómo se mire, y sobre todo, de si están bien así o no. Supongo que el tiempo hace que varíe la perspectiva. Aún así, mi conclusión sería la misma que le dije a José Manuel: ¡quién sabe! Gracias por pasar por aquí.

    Un abrazo para ambos.

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  8. Ah, que volvemos al tema… Bien, ya estabas tardando.

    Muy bueno, Belén. La maldita costumbre de perpetuar relaciones acabadas… y la maldita televisión. Una mezcla explosivamente… aburrida.

    Besos sin zapping.

    Pd: …con el pause 🙂

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  9. Ana: qué bueno que te guste! Me apeteció plantearte éste, a ver qué tal…

    Kum*: mira la fecha!! Ya sé que la música te despista, pero este relato es anterior a tu indigestión sobre el matrimonio, así que aún no he vuelto al tema (pero lo haré…)

    Un abrazo!

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  10. La imaginación, los sueños, incluso la cercanía de la propia pareja, hacen que perduren las relaciones.
    Muy real tu trato a la fantasía de parejas…

    Un abrazo

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  11. Ángeles: jajaja, no sé yo… Pero bueno, que prueben a ver qué pasa.

    Bicefalapena: gracias. El título lo dice todo, en realidad… :o)

    Gracias por venir! Un abrazo.

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  12. Enmalestado: que nunca falte el humor! Gracias.

    Patricia: gracias, eres un sol!

    Un abrazo para ambos.

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